Haga que sus hijos utilicen la Biblia como un libro de ejercicios (es decir, que la lean con un lápiz en la mano). Cada día, pueden subrayar algo que les llame la atención ese día y luego escribirlo en un libro de devociones encuadernado en espiral. De esa manera, aprenden algo de cada lectura. Ni siquiera tienen que escribir el versículo palabra por palabra, solo lo que les hizo pensar o lo que quieren mejorar en su vida. Al final del año, sus Biblias deben estar llenas de subrayados, lo que las hace verdaderamente suyas, de modo que puedan pasar rápidamente a las cosas, etc. Enséñeles que una Biblia desgastada y bien usada vale joyas, su mayor tesoro en la casa; cuanto más desgastada y con las esquinas dobladas, mejor. Y ofrézcales la zanahoria de la inspiración de que cuando hayan leído la Biblia una vez, ahora estarán entre las pocas personas en todo el mundo y en toda la historia que alguna vez han leído la Biblia completa. Haga que parezca un logro fabuloso y poco común. La maternidad tiene que ver con inspirarlos.
Para obtener más información sobre este tema, lea Cómo cultivar un amor duradero por la Biblia en sus hijos .
