Hay mucho que podemos enseñarles a nuestros hijos sobre las enseñanzas de las Escrituras, incluso abrirles la puerta para que busquen los mensajes más profundos de la Palabra. He aquí un ejemplo.
¿Te has parado a pensar que cuando Adán comió del árbol, rompió los 10 mandamientos de un solo golpe? No honró a su padre, robó lo que no era suyo, cometió adulterio contra Dios al confraternizar con Satanás, etc. *
Aquí estaba la secuencia…
Adán pecó antes de la introducción de la ley, pero al quebrantar la única prohibición, él (y toda la humanidad) vio instantáneamente cómo se descorría el velo sobre la ley moral eterna, infinita y completa de Dios en el universo. La majestad de la jurisprudencia pura y justa se exhibió con una luz cegadora. Fue como si toda la ley apareciera... ¡BUM!... allí mismo, saliendo de detrás de la cortina, con toda su fuerza, a través de la única desobediencia. Y él murió, espiritualmente.
Dios le había dicho que moriría si comía de ese árbol (no era como si no le hubieran insinuado algo asombroso), pero no le habían mostrado, de antemano, el enorme y complejo contexto moral de cómo funciona el universo. Me imagino que la primera visión de ese contexto (cuando la presencia de Dios se presentó esa noche y preguntó "¿Dónde estás?") fue impresionante. Me imagino que a Adán se le doblaron las rodillas.
Cuando finalmente se comprende y se acepta toda la historia moral (ahora, como entonces, mediante un arrepentimiento que nos lleva a la muerte), entonces es cuando el amor de Dios se precipita y envuelve el corazón en un remedio insondable, cuyo conocimiento también estaba oculto en la primera gran prohibición. El SEÑOR, el gran guardián de las cortinas de terciopelo, las vuelve a colocar siempre ante las mentes de los hijos de Dios, para su perpetuo asombro.
* Notas adicionales de PS:
Uno:
Adán dio falso testimonio a su vecina (su propia esposa, al ponerse de acuerdo con ella en lugar de con el SEÑOR) y al resto de sus futuros vecinos (unos 100 mil millones de personas) sobre la verdadera naturaleza de Dios, al afirmar que Él no es la última palabra y que no debe ser obedecida. Adán testificó falsamente, en ese momento, ante principados y potestades y ante el mismo Satanás, acerca del carácter real, eterno y perfecto de Dios Todopoderoso. Adán difundió mala prensa en las noticias de la noche.
Dos:
Adán quebrantó el sábado de descanso en el que debía vivir continuamente. El Edén era el sábado perpetuo que se había propuesto. Pero “…no entrará en mi reposo…” [Adán fue desterrado de ese reposo y de esa tierra ] “Esforcémonos, pues, por entrar en ese reposo” [Adán no hizo el esfuerzo], para que nadie perezca siguiendo su ejemplo de desobediencia” ( Hebreos 4:11 ).
Tres:
Adán tomó el nombre del SEÑOR en vano, descartó el nombre (como hacen las personas cuando juran; usan el nombre pero lo vuelven impotente, una palabra de mala calidad), porque se entretuvo con la pregunta: “¿Dijo Dios?”, lo que significaba que pensaba que YHWH era ahora un nombre discutible, que competía en igualdad de condiciones con otros nombres, incluido su propio nombre (“ Ahora seré mi propio ídolo y tomaré mis propias decisiones y me adoraré como la autoridad final”). Aquí, bajo nueva información (de Satanás), nuevo supuesto “buen” consejo, YHWH ya no era el nombre definitivo para Adán. Pero aquí está el verdadero “problema” del asunto: ¡Adán, sin duda, esperaba tener una relación continua con Dios (caminar con Él esa misma tarde en el jardín) mientras creía en Él en vano! Jaque mate.