Así como Pascal acuñó la frase de que “cada hombre tiene un vacío en forma de Dios dentro de sí que no descansa hasta que encuentra su descanso en Él”, también George MacDonald tuvo una idea paralela: “Dios mismo tiene pequeños bolsillos en forma humana en Su corazón diseñados para todos y cada uno de los verdaderos creyentes… que nunca se llenan con nada más que nosotros, individualmente”. Nuestro Padre celestial nos diseñó para que seamos absolutamente únicos y valiosos para Él. Nadie puede reemplazar a ninguno de nosotros en Sus afectos, residiendo en Su seno para siempre.