No hay nada perfecto en ninguna parte

No hay nada perfecto en ninguna parte

Renee EllisonMay 8, '22
Mamá, feliz día de la madre. Te dejamos algunas ideas que también vale la pena compartir con tus hijos.

Tarde o temprano, a medida que envejecemos, descubrimos que nada es perfecto. ¡Nada, en ninguna parte! En nuestra juventud pensamos que nueve o diez cosas particularmente irritantes no son perfectas, pero cuanto más mayores nos hacemos, más nos acercamos a aceptar que TODO está un poco "fuera de lugar"... absolutamente nada encaja correctamente en nuestra existencia.

El clima no es perfecto, la ubicación de nuestra casa no es perfecta, nuestros cónyuges no son perfectos, nuestros hijos no son perfectos, miles de cosas no son perfectas. Pero la cosa empeora: la tapa del frasco no sale perfectamente, por lo que SIEMPRE se derrama, el tamaño de mis caderas no es perfecto, el sabor de la sopa no es el adecuado, el diseño del baño nos da ataques, el auto hace ruido, la entrada del supermercado está congestionada, el sermón es demasiado largo, los vecinos son demasiado ruidosos, mis uñas siempre se rompen, las cabras lo mastican todo, el sol es demasiado brillante.

Debido a la caída moral en el Jardín del Edén, todo se descontroló un poco. Fue un juicio perfecto, diseñado por Dios para desequilibrarlo todo. La comunicación interpersonal se quemó. La tierra entera se desquició, perdió el equilibrio. Todo se desvió un poco hacia la izquierda, o hacia arriba, o hacia abajo, o hacia la derecha, o hacia un lugar extraño, o se tuerce o no encaja, o chirría, o se siente como si estuviera en un mundo de disformidad, o, o... A medida que envejecimos, descubrimos, con creces, que esto no es el cielo.
 
Pero todo esto no es la última palabra sobre la existencia humana. Algunos han descubierto, más lentamente en medio de esta extraña experiencia cotidiana de que nada funciona del todo bien, que SÍ hay un cielo que se puede encontrar, aquí y ahora. Un trocito de cielo. Un cielo anterior.
 
Los creyentes que se encuentran en una situación extrema lo han encontrado. Los creyentes que se encuentran en confinamiento solitario lo han encontrado. Los mártires lo han encontrado. Los creyentes comunes y corrientes PUEDEN encontrarlo... ¿dónde? En la catedral de su propia mente privada. Es un milagro a pedido. Cuando nos comunicamos con Dios, estamos instantáneamente en un cielo anterior. Allí, en oración, experimentamos el amor perfecto, el sustento emocional perfecto, el discurso caballeroso perfecto.
 
Además, se nos ha prometido que, en el futuro, habrá una recalibración de toda la Tierra física y que se volverá a la normalidad en todas las dinámicas relacionales y de comunicación. Se nos ha prometido una nueva Tierra, una Tierra sin caída moral. La nueva Tierra hará que la realidad vuelva a la normalidad. Será asombroso. Así que, por ahora: cuanto antes nos acostumbremos a aceptar el hecho de que esto no es el cielo, más felices seremos. Con los humanos, adaptémonos, adaptémonos, adaptémonos. Con Dios, disfrutemos, disfrutemos, disfrutemos de Su bondad eterna. ¡Algún día futuro, todo será perfecto en todas partes!

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