John Ratey tiene un libro llamado Spark! que comparte hallazgos recientes sobre un experimento con el ejercicio y el cerebro.
Al parecer, 19.000 estudiantes del distrito escolar de Naperville, Illinois, y otros lugares se sometieron a 45 minutos de ejercicio al día CON PANTALLAS DE RITMO CARDÍACO. Los resultados fueron incomparables. La incidencia de la violencia se redujo en un 50% en un año y las calificaciones de los estudiantes se dispararon hasta estar entre las mejores del país. Mientras que la mayoría de los distritos escolares estaban recortando los programas de Educación Física, este distrito escolar los agregó A PRIMERA HORA DEL DÍA.
En este experimento, deliberadamente cambiaron la educación física, que se centraba en los deportes de equipo (donde la mayoría de los niños se sientan a un lado viendo a los pocos niños superestrella) y eliminaron la clase más embarazosa, donde se sienten MÁS rechazados, al uso diario de gimnasios con paredes de escalada, pistas para correr, dispositivos de registro corporal con impresiones científicas de su progreso y un monitor cardíaco para CADA niño. ¿El requisito mínimo de educación física para cada estudiante? Al menos una milla por día. Todos los deportes de equipo se cambiaron a equipos muy pequeños (solo cuatro como máximo) para que hubiera realmente más momentos de movimiento para cada jugador y muchos más equipos. Pero el énfasis principal estaba en la aptitud física personal: desarrollar una PREOCUPACIÓN y un CONOCIMIENTO CÓMO manejar el propio cuerpo durante toda la vida.
Durante los ejercicios de carrera, los niños pequeños con sobrepeso, que creían que eran perdedores porque se movían muy lentamente, en realidad lo estaban haciendo estupendamente porque podían ver cuál ERA REALMENTE su frecuencia cardíaca.
El objetivo de la participación de los estudiantes en Educación Física era superar la MEJOR MARCA PERSONAL de cada uno, y no competir. Como resultado, la escuela se llenó de una mayor autoestima, felicidad, aplausos mutuos en lugar de tener que elegir perdedores para sus equipos, dejar de tomar medicamentos para trastornos de hiperactividad y depresión, etc.
Además, todo ese aumento diario de la frecuencia cardíaca no era tanto para el cuerpo sino para el cerebro. Al entrenar a los niños para que controlaran y aceptaran la mejora de sus PROPIAS puntuaciones, los niños asumieron el deseo de estar más en forma físicamente. "Esta es TU VIDA" se comunicó alto y claro. En el libro se documentan resultados sencillamente asombrosos.