Quiero compartir los fundamentos de la estrategia que compartí con ustedes en el blog reciente sobre un niño que tiende a gritar. La disciplina y el entrenamiento no son lo mismo. Se abordan de manera diferente. La disciplina se aplica en la "escena del crimen" y generalmente es punitiva. El entrenamiento ataca ese mismo problema en todas las horas tranquilas antes de que ocurra el siguiente incidente y nuevamente algún tiempo después de que ocurra el siguiente incidente.
El entrenamiento educa al niño en el concepto ganador y hace que lo acepte a nivel mental en lugar de emocional. En medio de un "episodio", los niños están dominados por sus emociones y no pueden ver con claridad :) El entrenamiento anticipa el problema, prepara al niño para el problema y lo instruye a fondo sobre el tema de carácter particular en cuestión. El entrenamiento utiliza múltiples canales de instrucción. Por ejemplo, un padre puede dibujar monigotes en un papel para ayudar al niño a ver la dinámica fuera de sí mismo, objetivamente. O señalarlo cuando está sucediendo, o no, entre otras personas. Un padre puede hacer "ensayos generales" y sesiones de práctica sobre cualquier tema.
Funciona así:
Si el niño se muestra lento para venir cuando lo llamas, entonces puedes darle "lecciones de venir" en un momento tranquilo. Una mamá podría decir: "Ve a tu habitación. Mamá te va a susurrar que vengas. Veamos qué tan rápido puedes dejar lo que estás haciendo y venir rápido. Practiquemos esto una y otra vez ahora varias veces en diferentes lugares". Ahora llevarías a tus hijos afuera y los dejarías caminar hasta el otro lado del patio, y luego les dirías "Ven" con mucha calma, y ellos deben venir rápido y no demorarse, etc. Entonces, con los gritos puedes abordarlos de varias maneras.
Muéstrale a tu hijo cómo vas a quitarle algo a papá y papá no grita. Pregúntale: "¿Qué pasaría si mamá gritara cada vez que papá quisiera algo?", etc. Puedes esbozar una dinámica perturbadora que sucede entre dos hermanos con figuras de palitos y mostrar dos resultados diferentes en dos hojas de papel diferentes: la cara de un niño feliz y la del otro con el mismo problema.
Podrías decir: "Ahora vamos a practicar. Ahora te voy a dar algo y vamos a practicar cómo tu mamá te lo quita y luego lo practicaremos de nuevo, haciendo que tu hermano te lo pida cortésmente y te lo quite. Y te vamos a ver cómo lo sueltas alegremente". Etc., etc. Una vez que un padre entiende el concepto de entrenamiento para el futuro episodio sobre ese mismo tema, es fácil pensar en miles de aplicaciones y, con el tiempo, se vuelven bastante creativos. :)
Es tedioso, pero los resultados valen la pena. Espero que esto ayude a aclarar lo que había detrás del blog sobre cómo enseñar a un niño a no gritar.
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Para obtener más información sobre esto, lea nuestro pequeño libro de tapa blanda, Más allá de la disciplina: entrene el carácter de su hijo .